El cierre del Túnel de la Loma Larga, que conecta Monterrey con San Pedro Garza García, ha provocado un caos vial significativo desde la noche del 19 de septiembre de 2024. El túnel fue clausurado debido a la caída de fragmentos de concreto y la detección de grietas en la estructura, lo que obligó a las autoridades a bloquear el acceso en dirección de Monterrey a San Pedro, causando largas filas y embotellamientos en avenidas principales como Constitución, Morones Prieto y Gonzalitos.
A pesar de los esfuerzos de las autoridades para desviar el tráfico hacia rutas alternativas, como las avenidas Garza Sada, Gómez Morín y el Puente Atirantado, el congestionamiento persiste. Los conductores se enfrentan a tiempos de espera prolongados y accidentes automovilísticos que agravan la situación en estas zonas. Protección Civil ha indicado que la revisión de los daños estructurales continuará, pero no se ha determinado cuánto tiempo permanecerá cerrado el túnel.
Este cierre no solo ha afectado la movilidad diaria de miles de automovilistas, sino que también ha generado complicaciones en el transporte público y en las rutas de emergencia, aumentando la urgencia de reparar la infraestructura para restablecer el flujo normal de tráfico.