Han pasado 55 años desde que la educación pública en México colocó un antes y un después, ya que en aquellos años, el Estado realizó diversas violaciones a los derechos humanos, abriendo fuego en contra de los estudiantes y maestros que acudieron a la Plaza de las Tres Culturas.
Fue un 2 de octubre, pero de 1968 cuando se presentó una de las matanzas más recordadas por el pueblo mexicano, en el que todos ellos eran inocentes debido a que sólo eran estudiantes, maestros e inclusive familias que acudieron de manera pacífica a protestar por sus derechos estudiantiles.
Aunque en un principio se reportó la muerte de 300 personas, hasta este año, se desconoce la cifra oficial de los fallecidos aquella tarde-noche en la Plaza de las Tres Culturas. Las atrocidades cometidas ese día fueron realizadas por el Batallón Olimpia y el Ejército Mexicano, mismos que fueron ordenados por Luis Echeverría, mismo que estaba en el gabinete del Presidente Gustavo Díaz Ordaz.
A pesar de que el Gobierno negó la presencia del Batallón, testigos mencionaron las características de este grupo paramilitar de los Juegos Olímpicos de 1968. En el que se ensució un movimiento de carácter social entre estudiantes universitarios, de preparatoria y vocacionales de varios grupos.