Después de una prolongada ausencia de siete meses, la diputada Alhinna Berenice Vargas García hizo su esperada reaparición en el Congreso local este miércoles. Su regreso plantea interrogantes sobre la toma de protesta de su suplente, Rosaura Guerra, cuya situación se encuentra ahora en una encrucijada legal.
Vargas García, miembro del Partido Revolucionario Institucional (PRI), optó por un ingreso discreto al recinto legislativo, evitando así el escrutinio de los medios de comunicación al acceder por la puerta próxima a las oficinas de la bancada de Morena.
La sorpresa se apoderó del lugar cuando la legisladora se presentó en la sala de juntas previas del PRI, marcando asistencia pero sin pronunciar palabra alguna ante la prensa. Este inesperado retorno complica aún más el panorama, dado que el Congreso local estaba convocado para cumplir con la sentencia del Tribunal Electoral del Estado, la cual ordenaba la toma de protesta de Rosaura Guerra, suplente de Vargas.
Ricardo Canavati Hadjópulos, presidente de la Mesa Directiva, explicó la situación legal que impide seguir adelante con el requerimiento del Tribunal Electoral del Estado de Nuevo León. La presencia de Vargas en la sesión impide, según lo establecido en el Reglamento Interior del Congreso y la Contratitución Política, cumplir con dicha orden judicial.
La incertidumbre persiste respecto a la continuidad de Alhinna Vargas hasta el fin del período legislativo, extendido hasta el 30 de mayo. Sin embargo, se baraja la posibilidad de modificar dicho acuerdo para concluir el 30 de abril.
La decisión de regresar al Congreso surge después de que en septiembre pasado Vargas renunciara a su cargo por motivos de salud, una renuncia que el Congreso no aceptó. En febrero, la diputada expresó su deseo de reintegrarse a su bancada mediante un escrito.
La próxima sesión ordinaria, convocada para el lunes, será clave para dilucidar el futuro de Rosaura Guerra. Movimiento Ciudadano (MC) sostiene que, a pesar del retorno de Vargas, Guerra ya es diputada en funciones, respaldada por una sentencia judicial en firme.
Sandra Pámanes Ortíz, vicecoordinadora de la fracción de MC, reafirmó la posición del partido naranja, argumentando que la sentencia del Tribunal Federal Electoral otorga a Guerra el derecho de asumir su cargo. Ortíz subrayó que el acto de tomar protesta a Guerra ya fue consumado en una sesión extraordinaria, bajo un cuidadoso escrutinio jurídico.
El escenario político se torna cada vez más complejo, con el Congreso local inmerso en una batalla legal y política entre facciones partidistas. Mientras tanto, la incertidumbre prevalece sobre el destino de la representación legislativa en Nuevo León.
