En un giro sorprendente del destino, Nahuel Guzmán, el portero emblemático de Tigres, ha sido duramente sancionado con una suspensión de 11 partidos debido a un incidente durante el reciente enfrentamiento entre Tigres y Rayados en la jornada 16 de la Liga MX.
El castigo se aplica después de que Guzmán apuntara con un láser al portero de Rayados, Esteban Andrada, durante el emocionante duelo del sábado pasado. Este acto no solo generó controversia sino también una fuerte sanción por parte de las autoridades deportivas.
A partir de este sábado, cuando Tigres se enfrente al Necaxa en el curso actual del Torneo Clausura 2024, Guzmán estará ausente en el terreno de juego. Esta decisión significa que el experimentado guardameta argentino no volverá a participar en lo que resta de la temporada regular del torneo.
Para Guzmán, esta sanción representa un golpe significativo, ya que lo marginará de las canchas durante un período considerable. No será sino hasta la Leagues Cup o posiblemente en el Torneo Apertura 2024 cuando podamos verlo nuevamente defendiendo la portería de los Tigres.
Además de la suspensión, Guzmán también enfrentará una multa económica y horas de trabajo comunitario como consecuencia de sus acciones en el anterior Clásico Regio.
El incidente no solo involucra a los jugadores, ya que Esteban Andrada, el portero de Rayados, también ha sido multado por insultar a Guzmán en las redes sociales, demostrando que las repercusiones se extienden más allá del terreno de juego.
Pero las medidas disciplinarias no se detienen allí. Los aficionados que protagonizaron actos de violencia durante el encuentro entre Tigres y Rayados han sido prohibidos permanentemente de ingresar a los estadios de fútbol mexicano. La Liga MX ha revocado sus respectivos FAN ID, asegurándose de que no puedan asistir a eventos futuros.
Tanto Tigres como Rayados también enfrentan consecuencias por el comportamiento de sus seguidores. Rayados ha recibido una multa económica por la falta de seguridad en el Gigante de Acero durante el partido contra Tigres, mientras que los felinos han sido sancionados por los insultos proferidos por sus fanáticos en las redes sociales.
Este episodio deja en claro que tanto dentro como fuera del terreno de juego, el comportamiento inapropiado no será tolerado y que las autoridades deportivas están dispuestas a tomar medidas severas para garantizar la integridad y el respeto en el fútbol mexicano.
