El delantero argentino parte hacia el Inter de Miami sin antes dejar un recado para la afición parisina que lo trató mal en el final de su estancia.
La aventura de Lionel Messi en París terminó de mala manera, recibiendo silbidos en cada ocasión de su presentación, inclusive cuando tocaba bola, algo que jamás había vivido en su carrera.
A lo que el argentino explicó, en lo que definió como un quiebre con el club y la afición, un factor clave en su decisión por no renovar y buscar llegar a la MLS.
“Hubo un quiebre con una parte de la hinchada del Paris. No fue mi intención mi mucho menos. Se dio así, como anteriormente había pasado con Mbappé y Ney. Se ve que es su manera de actuar. Me quedo con toda la gente que me respetó como yo los respeté desde que llegué”, dijo Messi.
Sobre su salida del PSG, la Pulga agradeció a Mbappé y Neymar por el apoyo que ambos le brindaron, ya que eran los líderes en el vestidor parisino.